En la charla de los jugadores en el mismo terreno de juego, se dijo que en partidos como este se ganan o se pierden Ligas. A tenor del resultado final está claro que el Barcelona ha dado un gran paso para llevarse el título. Pero si nos atenemos al juego, la historia es muy diferente. La primera parte fue inaceptable. Hubo demasiados jugadores desaparecidos en el once de Flick. A Lewandowski no le vio nadie; Raphinha nunca encontró su sitio; Pedri estuvo muy bien vigilado y apenas pudo crear juego; y los laterales apenas crearon peligro. Solamente Fermín y Lamine Yamal lo intentaban, pero con más ganas que acierto.
Flick se quedó corto en las rotaciones. Es cierto que sacando a tanto titular le dio al partido la importancia que requería. Lo que hay que ver es si realmente tenían las piernas tan frescas para que no hubiera más cambios. El resultado fue un equipo plano, sin capacidad de llegar a la portería rival y que solamente se resolvió por un gol en propia puerta. Porque el Barcelona no dispuso de más ocasiones claras en todo el partido. Y, en cambio, el Leganés en la segunda parte presionó y sí tuvo oportunidades para, al menos, empatar el partido. El Barça sacó los tres puntos en Butarque, pero distó muchísimo de ser el gran equipo que demostró el miércoles frente al Dortmund
La verdad es que cada vez que se le necesita, Szczesny aparece. Lo hizo cuando sacó un disparo de Altimira a los 12 minutos cuando estaba solo delante del polaco. Había sido una excelente contra llevada por Raba, pero su compañero no fue capaz de marcar cuando lo tenía todo a su favor. Szczesny se está mostrando como un portero muy solvente y sobre todo aparece en momentos determinantes porque hubiera significado dar ventaja al conjunto pepinero.
Una de las claves por las que el Barcelona tuvo tantos problemas para construir juego fue el planteamiento de Borja Jímenez con Ronald Araujo. Como ya hicieron otros equipos, el técnico del Leganés dijo a sus hombres que dieran libertad al uruguayo para que subiera el balón al ataque. Mientras cerraban el camino a Íñigo Martínez, a Araujo le dejaban avanzar conscientes de sus limitaciones a la hora de crear juego. Flick lo leyó a la perfección y en el descanso le cambió para que entrara De Jong en su lugar.
Dmitrovic ha sido el único portero de LaLIga al que el Barcelona no ha conseguido meterle un gol en esta temporada. El portero del Leganés mantuvo su portería a cero en el partido en Montjuïc. Este sábado en Butarque es cierto que recibió un tanto, pero no fue ningún jugador del equipo azulgrana porque el autor del tanto fue Jorge Sáenz en propia puerta.
En un partido plano del Barcelona hubo muy pocas acciones de mérito por parte del equipo azulgrana. Pero, sin duda, la mejor fue una acción defensiva que se convirtió en la mejor ofensiva de los azulgranas. Gerard Martín, que había entrado en el lugar de Balde, robó un balón en el centro del campo que fue a la vez un pase perfecto para Raphinha para que iniciara la contra que acabó en gol.